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Mensaje del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología

En relación a los hechos de público conocimiento sobre las agresiones sufridas por un grupo de estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de La Plata en Potrerillos, Mendoza.


Como docentes universitarios de las licenciaturas en Geología y Paleontología de la Universidad Nacional de Río Negro, e Investigadores/as del CONICET, queremos expresar nuestro más enérgico repudio a los hechos de violencia e intimidación ocurridos la semana pasada en Potrerillos, Mendoza, contra estudiantes y docentes-investigadores de la Licenciatura en Geología de la Universidad Nacional de La Plata, quienes se encontraban realizando una escuela de campo como parte de la formacion de grado. Estamos en contra de todo tipo de violencia, física o verbal; así como de la persecución política, religiosa o ideológica. Como individuos comprometidos con la educación pública, laica, gratuita y de calidad, y la investigación científica, nos solidarizamos con los/as estudiantes y colegas de la Universidad Nacional de La Plata y sostenemos que la violencia nunca será el camino para resolver las diferencias.

No podemos naturalizar la agresión que han sufrido los/as estudiantes y docentes-investigadores/as de la Universidad Nacional de La Plata. Nos solidarizamos con las personas afectadas y repudiamos enérgicamente los hechos de intimidación y violencia sufridos, así como los agravios a la institución universitaria y al CONICET. Nos solidarizamos asimismo con todos los miembros de la comunidad de ciencia y técnica que han sido objeto de hostilidad pública en relación con las actividades laborales que desarrollan. Solicitamos a las autoridades competentes que se investiguen los hechos y se garantice un entorno seguro para todo el personal docente y de investigación.

Seguiremos trabajando con la firme convicción de que es fundamental promover el diálogo en un ambiente cordial, sin agredir a individuos o a colectivos, y convocamos a todos los ciudadanos argentinos a que militen por la causa de promover la paz y la convivencia democrática en nuestra comunidad, como condición básica para construir un país viable, en el que todas las personas y las instituciones puedan desarrollar al máximo su potencial.