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Un grupo de trabajo científico del CONICET, radicado en Patagonia, consigue un importante subsidio de investigación

El grupo de investigación obtuvo un financiamiento a través de la Fundación Williams para continuar con los estudios para dar respuestas a la alta demanda de metales que requiere y requerirá la transición energética hacia las energías limpias.


Josefina Pons y Sebastián Dicaro, científicos del CONICET. Foto: gentileza investigadora.
Gerson Greco, investigador del CONICET. Foto: gentileza Josefina Pons.
Josefina Pons y Sebastián Dicaro, junto a tesistas de licenciatura. Foto: gentileza investigadora.
Santiago González, investigador del CONICET. Foto: gentileza Josefina Pons.
Fundación Williams.

El proyecto denominado “Metalogénesis de algunos sistemas epitermales del norte de Patagonia: su importancia en la detección de elementos críticos” liderado por la doctora Josefina Pons, investigadora y geóloga del CONICET con lugar de trabajo en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), fue beneficiado con un subsidio otorgado por la Fundación Williams, en el marco del concurso de Fondos Complementarios para la Investigación con impacto en el territorio argentino 2024.

"Este proyecto surge como una necesidad de dar respuestas a la alta demanda de metales que requiere y requerirá la transición energética hacia las energías limpias, detallado en el Informe de la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera Subsecretaría de Desarrollo Minero, Argentina 2022. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) proyecta para 2040, que la demanda global de minerales y metales, para su uso en tecnologías de energías limpias, se duplicaría en el 'Escenario de Políticas Declaradas' (STEPS, por sus siglas en inglés) y se cuadruplicaría en el 'Escenario de Desarrollo Sostenible' (SDS, por sus siglas en inglés), si los países cumplen en su totalidad con los objetivos mundiales pactados en el Acuerdo de París", explica Pons.

El oro, la plata y el cobre son excelentes conductores que forman parte de los circuitos eléctricos de las nuevas tecnologías, el indio, se usa para la fabricación de los paneles solares y pantallas de alta resolución (industria high-tech). El molibdeno en la industria siderúrgica, y como catalizadores, el cobalto es fundamental para aumentar la autonomía de las baterías, entre otras aplicaciones. Actualmente estos elementos han sido clasificados como metales críticos-estratégicos ya que tienen riesgo de abastecimiento o por su elevado valor económico. "Nuestras investigaciones se centran en entender los procesos geológicos que llevan a la formación de un depósito mineral, es decir, zonas donde estos elementos se encuentren en cantidades muy por encima de los valores promedios de la corteza terrestre. En el desarrollo del proyecto tratamos de responder a varios interrogantes ¿de dónde viene ese metal? ¿Cómo se movió hasta el lugar donde se concentró? ¿cuál o cuáles fueron los factores que generaron que precipite y se concentre en un determinado lugar? A este último factor lo llamamos trampa. Si entendemos los procesos geológicos que favorecieron su formación podemos saber dónde ir a buscar más de estos metales. En este sentido el Norte de la Patagonia constituye una región rica en depósitos de oro, plata, cobre, zinc, entre otros metales que son el foco de este proyecto financiado por la Fundación Williams", indica la investigadora.

La geóloga explica que aquellos que trabajan en la metalogénesis (rama de la geología que estudia el origen de los metales) actúan como detectives en busca pistas, para luego unirlas e interpretarlas, y finalmente dilucidar su origen y poder extrapolarlo a otras regiones menos conocidas en la búsqueda de depósitos similares. Por lo tanto, sus investigaciones tienen un impacto importante en el territorio ya que encontrar nuevas mineralizaciones pueden generar perspectivas positivas en el desarrollo económico social de una región teniendo en cuenta el desarrollo sostenible.

El grupo de investigación, además de Josefina Pons, está conformado por Sebastián Dicaro, becario del CONICET, Ignacio Hernando, Geólogo del SEGEMAR-Delegación Roca, Santiago González y Gerson Greco, investigadores del CONICET, todos ellos forman parte del nodo del IIPG del Centro Patagónico de Estudios Metalogenéticos, que también tiene sedes en la Universidad Nacional del Comahue con las doctoras Franchini y Lis Fernández, y el doctorando Mercado Maximiliano, y en la Universidad Nacional del Sur con las investigadoras del CONICET Laura Maydagán y Ana Rainoldi, y con los tesistas de doctorado Gonzalo Vallejos, Andrea Montoya y Federico Mateos, con proyectos de investigación a lo largo de del territorio argentino desde Salta, San Juan, hasta Santa Cruz.

Importancia del proyecto

"Nuestras investigaciones requieren desde trabajo de campo, de laboratorio, hasta análisis que tienen costos muy elevados. Para dar un ejemplo, un corte delgado pulido a espejo, que es un preparado básico para poder analizar los minerales al microscopio, cuesta alrededor de treinta mil pesos, normalmente se deben realizar varias decenas a cientos de estos preparados. Una hora de análisis de microsonda de electrones para estudiar la composición química de los minerales y detectar la presencia de elementos críticos tiene un valor aproximado de quince mil pesos. Estos son solo algunos números, ya que se requieren muchos más análisis específicos para llegar a un modelo genético.

Pons señala que "el financiamiento nos permitirá no solo avanzar con nuestras investigaciones, sino también tener un impacto positivo en la formación de recursos humanos especializados que actualmente está requiriendo la industria minera, además de seguir consolidando el grupo de investigación ya que involucra el financiamiento parcial de los trabajos que se realizarán en el marco de dos tesis de doctorado y de cuatro tesis de licenciatura. Los resultados de nuestros avances se publican en revistas nacionales e internacionales, reuniones científicas y estarán disponibles para ser transferidos a la sociedad y a la industria. Por lo tanto, queremos aprovechar esta oportunidad para agradecer a la Fundación Williams por habernos otorgado el financiamiento para desarrollar este proyecto".

¿Qué es la fundación Williams?

La Fundación Williams es una organización sin fines de lucro creada en 1943 por Thomas J. Williams y Ana King Williams. En sus 80 años de actividad ha realizado innumerables aportes a personas e instituciones con la finalidad de mejorar el bienestar del país, utilizando como herramientas principales la expansión del conocimiento y el desarrollo de la cultura.

El foco de la fundación está puesto en las personas y las organizaciones que se dedican profesionalmente a la ciencia y la cultura. Se entiende por ciencia la creación y el intercambio de conocimiento que se realiza en el sistema científico institucionalizado del país. Priorizan las ciencias básicas, las ciencias naturales, y las ciencias de la vida. En el área cultural trabajan con las artes visuales, las escénicas, la literatura, las bibliotecas, los archivos, y los museos.

Su ayuda a personas está orientada a quienes hayan terminado sus estudios universitarios o terciarios o que acrediten experiencia en su área profesional, que muestren una clara vocación por su disciplina y que hayan decidido hacer de ella su profesión. Las ayudas a organizaciones están orientadas a aquellas que tienen fines culturales o científicos afines al foco de la fundación.

Por Nahuel Aldir – Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).