CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES

Hallazgo de un nuevo ejemplar de dinosaurio carnívoro en la Patagonia

Científico del Instituto participó del descubrimiento y estudio del fósil.


Jorge Meso, becario posdoctoral del CONICET. Foto: Nahuel Aldir

En mayo del 2022, en el Campus de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), en la provincia de Neuquén, se descubrió un nuevo espécimen de dinosaurio terópodo, Alvarezsaurus calvoi, perteneciente al grupo de los Alvarezsauria. Habitó la región aproximadamente 83 millones de años atrás, en la Formación Bajo de la Carpa, período correspondiente al Cretácico Superior. En el trabajo presentado en la Reunión de Comunicaciones de la Asociación Paleontológica Argentina (RCAPA) participó Jorge Meso, becario posdoctoral del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).

“Juan Porfiri, quien encabeza esta investigación, se comunicó conmigo para avisarme sobre el descubrimiento de nuevos restos fósiles perteneciente al grupo de los Alvarezsauria, hallado en el Campus de la Universidad Nacional del Comahue. Tras ver y estudiar el material, llegamos a la conclusión de que era un nuevo ejemplar adulto de Alvarezsaurus calvoi”, explica Jorge Meso.

"La existencia de Alvarezsauria fue planteada por el paleontólogo José Bonaparte en la década de 1990. Esta propuesta surgió junto con la descripción original de Alvarezsaurus calvoi, bautizado en honor a Gregorio Álvarez y a su descubridor Jorge Calvo. Originalmente, Bonaparte consideró que, si bien estos materiales exhibían características comparables a los ornitomímidos de Norteamérica, los mismos evidenciaban marcadas diferencias en diferentes sectores de su esqueleto. Por esta razón, este autor concluyó que Alvarezsaurus calvoi correspondía al primer registro de una familia endémica no registrada hasta ese momento, Alvarezsauridae. Es por ello que Alvarezsaurus calvoi representa una especie icónica ", comenta Meso.

El descubrimiento del fósil es de gran importancia, ya que se halló un brazo parcialmente completo y varias vertebras correspondientes al cuello, torso y cola. Para entrar en detalle se encontró parte del húmero, radio, ulna y varias falanges de los dedos. Este hallazgo ayudará a plantear nuevas hipótesis sobre el conocimiento de la modificación y reducción del brazo de este grupo, contrastando también varias ideas formuladas previamente.

El dinosaurio fue encontrado por Roberto Muñoz en el Campus de la UNCo en Neuquén, en mayo del 2022, quien inmediatamente acudió a Juan Porfiri y Domenica Dos Santos, paleontólogos del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional del Comahue, para dar aviso de los fósiles encontrados. Luego de ir al campo, y tras un arduo trabajo, lograron extraerlo y llevarlo al laboratorio.

“Una vez que el material estaba preparado, los investigadores se comunicaron inmediatamente conmigo. Tras ver el material, y dado que mi tesis versa sobre este grupo pudimos avanzar rápidamente en el estudio, dándonos cuenta de que se trataba de un nuevo espécimen del terópodo Alvarezsaurus calvoi. Así que fotografiamos y empezamos a describirlo. Lo comparamos con otras especies del mismo grupo contrastando nuestras ideas y de manera simultánea ver si nos daba algo nuevo en cuanto a las relaciones de parentesco dentro del grupo. Esto se debe a que ha habido bastantes controversias en cuanto a las posiciones de cada ejemplar, ya que han variado mucho a lo largo del tiempo” expresa Jorge Meso.

“En base a todo este material pudimos estimar la longitud corporal y la masa corporal, este último se estima que es de aproximadamente ocho kilogramos, mientras que su longitud era cercana a los dos metros. Con todos estos datos también logré corroborar parte de mis hipótesis expuestas en mi tesis, verificando dos eventos para este grupo, uno de miniaturización, que tienden alcanzar tamaños corporales muy chicos, de dos a ocho kilogramos y otro de gigantismo, que pueden alcanzar tamaños corporales muy grandes, entre cincuenta a sesenta kilogramos." añade Meso.

Aspectos paleobiológicos del terópodo Alvarezsaurus calvoi

Al igual que otros de su grupo, habría tenido una gran visión nocturna y un mayor aumento de la capacidad auditiva, confiriéndole una mayor capacidad de localizar y atacar con éxito a sus presas en condiciones de poca luz. Además se caracteriza por un miembro anterior corto y robusto, y que podrían ser indicativos de hábitos fosoriales y/o cavadores, alimentándose de insectos o pequeños vertebrados.

La anatomía y reconstrucción muscular de la cola de Alvarezsaurus calvoi, así como de otros alvarezsaurios, permiten inferir no solo movimientos dorsales y laterales considerables, sino que también capacidad para soportar la carga de su larga cola sin comprometer la estabilidad o movilidad de su cuerpo.

“Además, las extremidades posteriores de Alvarezsaurus calvoi son delgadas y la configuración de la misma es indicativo de un estilo de vida altamente cursorial, es decir, de corredor. De hecho, esta especie habría tenido una agilidad relativa, velocidad de giro y una maniobrabilidad ajustada mucho más eficiente que cualquier otro terópodo, y al igual que en vertebrados terrestres actuales, pudo haber inducido un giro cerrado al flexionar y torcer una parte de su esqueleto axial, como por ejemplo la cola, para luego hacer una flexión rápida con el resto, lo que hace pivotar el cuerpo cambiando la dirección de carrera. Esto es un factor crítico en su estrategia de supervivencia, ya que de ellas depende la interacción depredador/presa, recolección de alimentos, dispersión o migración, entre otras acciones.” explica Jorge Meso.

Sobre la investigación:

Juan Porfiri - Museo de Ciencias Naturales en Universidad Nacional del Comahue, Argentina.
Domenica Dos Santos - Museo de Ciencias Naturales en Universidad Nacional del Comahue, Argentina.
Jorge Meso - Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), Argentina.
Luis Chiappe - Natural History Museum of Los Ángeles, USA.

Por Nahuel Aldir