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Argentina, tierra de alvarezsaurios: Claves para entender su evolución
Jorge Meso, becario del CONICET, lidera un estudio publicado en la revista internacional Cladistics, en conjunto con investigadores de distintos puntos del mundo, que revela cómo evolucionó este grupo de dinosaurios terópodos. Argentina, único país de América del Sur con registros de alvarezsaurios, juega un papel fundamental en el entendimiento de su desarrollo a lo largo del tiempo.
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Los alvarezsaurios son un grupo de dinosaurios terópodos avanzados que variaban entre tamaños pequeños y medianos, habitando regiones que hoy corresponden a Asia, Europa, América del Norte y América del Sur. Para imaginar su apariencia, se puede pensar en formas que iban desde algo similar a una gallina hasta animales del tamaño de un avestruz, con colas muy largas, mostrando una notable diversidad en su tamaño y adaptación. Además, habitaron una amplia variedad de entornos, desde zonas desérticas hasta ecosistemas fluviales, lo que demuestra su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones ambientales a lo largo de su historia evolutiva. Por esta razón, Jorge Meso, único especialista en Argentina en el estudio de este grupo de dinosaurios y becario del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), ha publicado recientemente como primer autor en la revista internacional Cladistics, el análisis de cómo fueron modificando sus tamaños corporales y las formas de los alvarezsaurios a lo largo de su historia evolutiva.
"A través de un exhaustivo árbol de parentesco revisado de manera detallada, cálculos de masas corporales y edades de las especies, combinados con la antigüedad de los estratos donde se encontraron, se realizó un análisis que permite visualizar cómo evolucionó el tamaño corporal de estos animales en el tiempo geológico. Este enfoque nos ayudó a identificar momentos claves donde ocurrieron eventos de miniaturización -que redujeron significativamente su tamaño- y gigantismo -que alcanzaron grandes dimensiones-", explica Meso.
Entre los hallazgos más destacados, se encuentra la identificación de tres eventos independientes de miniaturización. Uno en la línea evolutiva del pequeño Alnashetri cerropoliciensis, otro en la de Alvarezsaurus calvoi, incluyendo un análisis de su estado ontogenético, y un tercero en el subgrupo Parvicursorinae, conocido por incluir formas diminutas de alvarezsaurios de regiones laurásicas. Por otro lado, el subgrupo Patagonykinae mostró una tendencia hacia tamaños corporales mayores.
"Además, el estudio detectó cuatro períodos con tasas de evolución morfológica especialmente altas, en el Bathoniano-Calloviano, el Hauteriviano-Berriasiano temprano, en el Cenomaniano temprano y en el período Cenomaniano tardío-Turoniense. Estos momentos de cambio están vinculados con adaptaciones clave relacionadas con el tamaño corporal, como innovaciones anatómicas, simplificaciones estructurales, altos niveles de convergencia evolutiva y modificaciones en el comportamiento, muchas de ellas asociadas con la miniaturización. En conjunto, los resultados permiten comprender mejor la historia evolutiva de este fascinante grupo de dinosaurios y los factores que influyeron en su diversidad", indica el científico.
Argentina es el único país de América del Sur con registros de alvarezsaurios hasta la fecha, lo que la convierte en un lugar clave en el estudio de este grupo a nivel mundial. Aunque los estratos del Cretácico de Argentina no han producido especímenes completos como los encontrados en China, las especies descubiertas en nuestro país son formas transicionales. Esto significa que muestran características que permiten observar la evolución gradual de los alvarezsaurios, lo que resalta la importancia de Argentina en el contexto paleontológico mundial. El becario añade que "es fundamental recordar que el primer alvarezsaurio descubierto en el planeta fue en Argentina. Este hallazgo, realizado por el paleontólogo Jorge Calvo y estudiado por José Bonaparte, publicado en 1991, dio lugar a la especie nombrada Alvarezsaurus calvoi, marcando un hito en la historia de este grupo".
Hasta la fecha, en el país, se han descubierto varias especies de alvarezsaurios, entre ellos el Alvarezsaurus calvoi y el Patagonykus puertai, ambos hallados en Neuquén, así también como el Achillesaurus manazonnei, el Alnashetri cerropoliciensis y el Bonapartenykus ultimus, todos ellos encontrados en la provincia de Río Negro.
Importancia del trabajo publicado
"Este estudio es importante porque ayuda a comprender cómo los alvarezsaurios evolucionaron y se adaptaron a lo largo del tiempo, revelando patrones claves como la miniaturización y el gigantismo, así como las altas tasas de cambio morfológico en momentos específicos. Estos hallazgos no solo profundizan nuestro conocimiento sobre la biología y ecología de este grupo, sino que también ofrecen pistas sobre los factores que impulsaron su diversidad y éxito evolutivo en diferentes ambientes", comenta el paleontólogo.
Estudiar el tamaño corporal y su evolución en los alvarezsaurios es crucial para entender cómo estos dinosaurios se adaptaron a diferentes ambientes y formas de vida. Además, cambios en el tamaño pueden estar relacionados con estrategias de supervivencia, como especializarse en ciertas dietas o hábitats. Por ejemplo, eventos de miniaturización o gigantismo pueden reflejar respuestas a cambios ambientales o ecológicos.
Meso explica que, a futuro, podría ayudar a comprender mejor cómo los organismos, en general, enfrentan desafíos ambientales, cómo evoluciona la biodiversidad y cómo se generan nuevas adaptaciones. Además, conocer más información sobre la biología de estos dinosaurios terópodos puede brindar pistas para interpretar patrones de evolución en otros grupos, tanto actuales como extintos.
Características de los alvarezsaurios
"Eran dinosaurios únicos, con grandes adaptaciones. Sus brazos cortos y fuertes estaban diseñados para excavar, probablemente para alimentarse de termitas y hormigas. Actualmente, estoy estudiando su musculatura en un grupo llamado Patagonykinae, para poder comprender mejor cómo se movían. También eran corredores ágiles, gracias a sus patas largas y simétricas. Durante mi doctorado descubrí que, aunque algunas especies tenían tamaños similares, sus formas de moverse cambiaban según el entorno donde vivían", señala Jorge Meso.
Además, tenían colas muy largas y flexibles, ideales para equilibrarse o girar rápidamente, algo que los hacía muy especiales. Un estudio que fue publicado recientemente, sobre su oído y vista, reveló que eran expertos en poder escuchar y ver en la oscuridad, como las lechuzas, lo que indicaría que podían ser activos durante la noche.
Grupo de investigación:
Jorge Meso. Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN)
Diego Pol. Museo Argentino Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia“ (MACN-CONICET)
Luis Chiappe. Dinosaur Institute, Natural History Museum of Los Angeles. Estados Unidos.
Zichuan Qin. School of Earth Sciences, University of Bristol. Reino Unido.
Ignacio Díaz-Martínez. Departamento de Ciencias de la Tierra y Física de la Materia Condensada, Facultad de Ciencias, Universidad de Cantabria. España.
Federico Gianechini. Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas de San Luis (IMIBIO-SL)
Sebastián Apesteguía. Fundación Félix de Azara—Universidad Maimónides
Peter J. Makovicky. Department of Earth and Environmental Sciences, University of Minnesota. Estados Unidos.
Michael Pittman. School of Life Sciences, The Chinese University of Hong Kong. China.
Por Nahuel Aldir – Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).