DÍA DEL INVESTIGADOR CIENTÍFICO

Rocasaurus muniozi, el dinosaurio hallado en Río Negro que respiraba como un ave

Un estudio paleohistológico, realizado por especialistas del CONICET, reveló que este titanosaurio del Cretácico tenía huesos con cavidades neumáticas, similares a las de las aves actuales, lo que aporta pistas sobre su sistema respiratorio.


Guillermo Windholz en trabajo de campo. Foto: gentileza becario.
El fósil estudiado mediante foto, histología, tomografía 3D y sección virtual. Foto: Guillermo Windholz.

El trabajo publicado en la prestigiosa revista científica Historical Biology, se centra en el estudio de la estructura interna de las vértebras caudales, es decir de la cola, específicamente en relación con la existencia de cavidades neumáticas del Rocasaurus muniozi. Dicho dinosaurio saurópodo proviene de la de la Formación Allen, cuya antigüedad data del período cretácico, hace unos 70 millones de años. Fue hallado a fines de los 90, en la localidad de Salitral Moreno, a unos 25 kilómetros de la ciudad General Roca, provincia de Río Negro. La presencia de las cavidades indica que los huesos fueron invadidos por divertículos de sacos aéreos, similares a los encontrados en las aves modernas.

"Se llama neumatización a la invasión de los huesos por el sistema respiratorio. En el caso de los dinosaurios, como Rocasaurus, se supone que tenían un sistema respiratorio similar al que tienen actualmente las aves, es decir, pulmones con “bolsas” unidas a ellos, denominadas sacos aéreos. Al mismo tiempo, desde estos sacos se desprenden proyecciones digitiformes -o con forma de dígitos- llamadas divertículos neumáticos, que penetran los huesos. Cualquier animal que posea esta característica se considera neumatizado. Las ventajas adaptativas de estas estructuras en los dinosaurios son aún objeto de debate, ya que en la actualidad solo hay aves como ejemplares para comparar y, al menos en ellas, tienen una función de aligeramiento del peso corporal y facilitación de oxígeno vinculado al vuelo", explica Guillermo Windholz, becario posdoctoral del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).

Rocasaurus es, tal vez, el saurópodo más neumatizado conocido hasta la fecha. Por lo tanto, el objetivo de dicha investigación fue evaluar los alcances de la neumaticidad en su esqueleto, no solo desde el punto de vista anatómico, sino también desde el punto de vista histológico, es decir, el estudio de los tejidos a través del microscopio.

Virginia Zurriaguz, investigadora del IIPG, comenta que "entre los saurópodos el grado de invasión de la neumaticidad es muy variable, por ejemplo, algunos grupos presentan únicamente sus vértebras del cuello y lomo neumatizadas. Lo curioso es que en Rocasaurus esta característica se extiende en todas sus vértebras, incluso, hasta la parte más distal de la cola, situación casi única dentro de los titanosaurios. El alto grado de neumaticidad es evidente tanto desde la anatomía externa, como desde las fracturas naturales que presentan sus huesos".

Además, cabe aclarar que, entre los distintos grupos de dinosaurios saurópodos, la neumaticidad invade en diferente medida sus esqueletos, al igual que ocurre en los terópodos, las aves y los pterosaurios, que fueron reptiles voladores del Mesozoico. El ejemplar estudiado es uno de los pocos que presenta vértebras caudales hiperneumáticas. Si bien la biomecánica, es decir, la forma en que se movía, es un tema interesante, nunca ha sido analizada en detalle en estos casos.

La presencia de neumaticidad en dinosaurios es conocida desde hace muchos años, aunque la única manera de diagnosticarla entre los ejemplares fósiles es a través de la presencia de aberturas corticales -en la superficie de los huesos- que comunican con cavidades internas. Recientemente, se ha dado a conocer una estructura histológica, más precisamente, a partir del análisis de una sección delgada de tejido óseo observada bajo un microscopio petrográfico, denominada tejido neumosteal. La importancia de la citada estructura es que sería otro correlato inequívoco de neumaticidad entre los especímenes fósiles. "El estudio de secciones delgadas de huesos de Rocasaurus, por ser uno de los saurópodos más neumáticos conocidos, ofreció una buena oportunidad para indagar sobre la presencia de este tejido. Curiosamente los especímenes muestreados no presentaron dicha característica, ya que los datos publicados en esta investigación muestran que el tejido neumosteal no es tan frecuente como se suponía, o incluso queda abierta la posibilidad de que la estructura histológica haya sido interpretada erróneamente desde el principio. La construcción del conocimiento científico no solo se basa en el descubrimiento, sino también en refutar premisas previas, corrigiendo errores y redefiniendo conceptos a medida que surgen nuevas evidencias y métodos de análisis más precisos", finaliza Windholz.

Referencia bibliográfica:
Fernández, M. E., Windholz, G. J., & Zurriaguz, V. L. (2025). Palaeohistological characterisation of the caudal pneumaticity of Rocasaurus muniozi (Sauropoda: Titanosauria). Historical Biology, 1-13.
DOI: https://doi.org/10.1080/08912963.2025.2481526

Por Nahuel Aldir – Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).